domingo, 31 de julio de 2011

Análisis Crítico de la Consciencia

La consciencia es una evidencia que se alcanza intuitivamente y de la que todos participamos. Todos sabemos cual es esa actividad en permanente movimiento de nuestras sensaciones y pensamientos que se suceden los unos a los otros. La consciencia es utilizada para definir a todo lo demás, real o imaginario, pero ella en sí, escapa de toda definición. La consciencia aparece como una cosa, un recipiente que tiene contenidos, en ella se reconocen funciones y son de la consciencia que pasan a ser los temas de la psicología: sensación, percepción, atención, memoria, pensamiento, juicio, emoción, sentimiento, voluntad, etc.

La consciencia es el punto de partida, porque pienso, existo en el mundo; pensando, puedo representarme a mi yo desligado del cuerpo, de todo soporte material y de una localización en el espacio. Para Freüd la consciencia aparece como un proceso secundario y se funda en la inhibición del proceso primario motorizado por el principio de placer. La teoría psicoanalítica propone un subversivo descentramiento total respecto a las evidencias y de los pensamientos, que espontáneamente los hombres tienen sobre sí mismos.

La consciencia, entonces, lejos de ser lo psíquico en general, es una función del Yo en concreto con la realidad exterior y con ciertos sucesos corporales, siendo otra de las funciones de ese mismo Yo la de la represión de los representantes psíquicos de la pulsión que quedan así confinados para el Ello. 

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